Con 22 años sus fotos submarinas fueron elegidas entre las mejores del mundo por National Geographic. Hoy nos cuenta las sensaciones que le genera trabajar debajo del mar, su pasión, y sueño hecho realidad.
Nicolás Marín veía los programas de National Geographic cuando era chico, y no podía creer cómo esas personas estaban ahí. Si habían estudiado natación, si se habían comprado una cámara y se habían tirado al mar. ¿Cómo hacían esas personas para fotografiar a los tiburones y ballenas? ¿Habrá una carrera, algo que me lleve a eso? Se preguntaba… “Esas personas deben estar tocadas por la varita mágica”, afirmaba.
En ese entonces vivía en San Miguel, un pueblo de la provincia de Buenos Aires y el mar más cercano quedaba a 500 km y ni siquiera se podía bucear. Al ver que no podía seguir ese sueño, porque no sabía ni cómo empezar o si había una carrera o algo que lo llevara a eso, se dedicó al tenis hasta llegar a nivel profesional, pasando por torneos Nacionales e Internacionales. Cuando cumplió 18 años, llegó la famosa pregunta ¿Qué vas a seguir? Tenis le gustaba pero sabía que llegaban muy pocos, entonces empezó a estudiar fotografía, marketing, redacción, cine, arte. Trabajó en el mundo del marketing y no le gustó. Un día mirando un aviso de un chico que estaba viajando alrededor del mundo, vio que estaban buscando fotógrafo submarino: “mandé el correo y entre más de 1000 personas seleccionaron a 3 para una entrevista y de las 3 quedé yo y ahí empezó toda la odisea de la fotografía submarina”, comentó.
Finalizando el 2021, sus fotos fueron reconocidas entre las mejores del mundo por Nat Geo y actualmente trabaja con un equipo de biólogos reportando comportamientos de especies en peligro de extinción. ¡Conocé cómo lo vive hoy!
¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
La sensación de volar, de estar ahí y no sentir la gravedad de tu cuerpo, ni de nada. Si estás en la tierra, sentís los pies en la tierra pero ahí no sentís ni el propio peso de tu cuerpo porque no es que caminas abajo del agua, sino que volas, sos el pájaro de la tierra. Si habría otra dimensión arriba por ejemplo, seriamos los pájaros que vuelan, como una ballena que vuela en el medio del mar.
Para mí eso es inexplicable, la sensación primero que me transmite. Y en mi trabajo en sí, el hecho de poder compartirlo con la gente, que las personas puedan ver a través de mis ojos, poder disfrutar de ese pedacito de mar, de esa especie que estoy documentando y también de verlo con mis ojos, a través de mi mirada, con activismo para protegerlo ¿No? porque nada nos sirve solo quedarnos mirando sino hacer algo para protegerlo.
¿De qué se trataba el concurso? ¡Contanos tu experiencia!
El concurso de fotografía submarina se abre todos los años a mediados de agosto y hay de vídeo y foto submarina, yo mando siempre y tuve la posibilidad de que mis fotos quedaran entre las 25 mejores del mundo. Después no lo podía creer cuando había salido pero la sensación es de resultado porque fue el resultado después de mucho esfuerzo, pero sobre todo me llevo el apoyo del público y las personas que eso es lo que más me interesa, más allá de todo.
¿Qué es lo que más te costó de tu profesión? ¿Qué consejo te hubiera gustado recibir?
Cuando era chico y miraba los documentales de Nat Geo y Animal Planet, me hubiese gustado no sentir la transmisión tan lejana de esos lugares o personas, sino todo lo contrario, algo más cercano, yo por ejemplo cuando veía eso no entendía por qué esas personas estaban ahí. ¿Qué estudiaban, una carrera? No tenía ni idea de lo que estaba pasando. Me hubiera gustado haber tenido alguna referencia o un punto en el cual me pueda centrar, no paso a paso pero sí una inspiración que te lleve a conocer un camino que existe y no tenerlo como algo tan lejano.
¿Cómo fue el camino para alcanzar ese nivel de buceo que tenes?
Alcancé unos niveles más altos antes de instructor porque no quería enseñar sino que quería tener el puesto más alto para mi propio buceo y ahí fue que en México en esta propuesta que estaban buscando fotógrafo submarino y alguien que administre las redes sociales, me seleccionaron a mi, y yo no había buceado nunca entonces yo les brindaba fotografías y ellos me brindaban casa, hospedaje y los cursos de buceo y yo a cambio les administraba las redes con las fotografías de conservación de especies y ahí fue que empecé. Estuve viviendo un año en México y ellos me pudieron formar la escuela donde fue mi primer trabajo, ese intercambio, y ahí fue que empecé a sumar inmersiones.
¿Qué lugares recomendas para estudiar fotografía submarina?
Recomiendo hacer la experiencia en México, Cozumel, que es la segunda barrera de coral más grande del mundo, la primera es en Australia, y para incursionar siempre es mejor aprender fotografía en la tierra y después trasladarlo abajo del agua e ir aprendiendo muuucho con la práctica.